Juan Carlos G
Es un gusto caminar o montar en bicicleta por más de 4 kilómetros de buenos caminos. Mi viaje fue de 2 adolescentes y dos adultos, llevamos bicicletas, caminamos por el bosque y por las planicies, apreciamos los atardeceres. Tienen un servicio de préstamo de kayacs buenísimo, a libre demanda en una laguna llamada lago del silencio. La caminata con guía es maravillosa porque tienen cultivos de cachama y mojarra quien explica todo el proceso. Las habitaciones amplias y generosas. Me dio la impresión de estar como en una finca propia donde puedes parquear donde quieras, ir a caminar a donde quieras y navegar en kayac como lo quieras hacer el tiempo que lo desees. La comida abundante y rica. Es un destino hermoso donde la principal atracción es el campo, la magia del llano. Felicito a la administración del hotel, pues se ve el esfuerzo que hacen en mantener pequeños detalles bonitos, generosos y amplios para que la estadía sea un gusto.
Caminatas, paisaje, lagos y buena atención.